La
evolución del consumo digital en México
Sin duda, México
ha sufrido una serie de cambios estructurales en el
ámbito social y cultural vinculados con: la distribución geográfica, la urbanización de las poblaciones, la edad de su habitantes, el acceso a
los servicios públicos y educativos, la reconformación de la vivienda y el
incremento de los bienes de consumo mediático en la
familia.
Aunado al cambio estructural de la
población mexicana, la industria mediática se
ha reconfigurado en función de los nuevos hábitos de consumo mediático e
hipermediático. Los usos, consumos y
apropiaciones[1] de los medios e
hipermedios han
cambiado. Los tipos de receptores y formas de recepción son otros. Los hábitos
mediáticos se
han reconfigurado derivado de la gran oferta de medios ampliando los niveles de
segmentación, especialización y fragmentación de
las audiencias[2].
En México, como en gran parte del
mundo, se está viviendo un gran cambio en los estándares de uso y consumo mediático. Como se puede ver, el uso de las
tecnologías de información y comunicación siguen proliferando modificando las prácticas
comunicativas y
los procesos de comunicación[3].
Particularmente las audiencias de los
medios tradicionales se
están reduciendo debido a la incorporación de las nuevas tecnologías de
información y comunicación (TIC´s) como lo son: Internet, las grabadoras de video digital (DVR,
por sus siglas en inglés), videojuegos, dispositivos móviles, DVD, reproductores de música portátil,
computadoras personales y la web 2.0. Esta multiplicidad de ofertas en medios,
canales y plataformas hace más visible la fragmentación de
audiencias, la transición y coexistencia entre medios e hipermedios, la activa renovación de usos y
estrategias, el uso extensivo de las TIC y su incorporación en el entorno
doméstico, el ámbito profesional, educativo,
económico y cultural.
Los porcentajes y tiempos de exposición de los medios tradicionales están variando; la presencia de nuevas
tecnologías en el hogar cada vez es mayor; el consumo de
televisión ahora se reparte en las modalidades abierta y
paga con sus subdivisiones de cable y satelital, sin contar el share que roba la televisión convergente o
por internet a
la misma; la concentración de medios y canales convive con la economía y
distribución de cola larga (long tail[4]); el compromiso de las audiencias (engagement) está variando radicalmente en el proceso
de secuencia tradicional (atención-interés-deseo-acción).
* Jorge Alberto Hidalgo Toledo. Lic.
En Comunicación, Maestro en Humanidades y Doctor en Comunicación Aplicada por
la Universidad Anáhuac. Presidente del Consejo Nacional para la Enseñanza e
Investigación de las Ciencias de la Comunicación, CONEICC. Titular de la
Cátedra Televisa en Innovación en Contenidos y Titular de la Cátedra
FISAC-Anáhuac en comunicación para la responsabilidad ante el consumo.
Investigador Titular del Centro de Investigación para la Comunicación Aplicada
(CICA), de la Escuela de Comunicación de la Universidad Anáhuac. Director de
Medios de Global Content. Actualmente es Coordinador de la Licenciatura en
Comunicación de la Facultad de Comunicación de la Universidad Anáhuac. Es Coautor del libro: Signo vital: Comunicación estratégica para la promoción de la salud
(2011) y Comunicación Masiva en
Hispanoamérica: Cultura y literatura mediática (2005). jhidalgo@anahuac.mx
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